Cancillería Argentina publicó el Memorándum de Entendimiento (MoU) del ingreso de Argentina a la Franja y la Ruta. Esta política, impulsada por China, es el mayor plan de infraestructura a nivel global. Forman parte de esta iniciativa un total de 145 países, entre los cuales 21 son de América Latina. El embajador de Argentina en China, Sabino Vaca Narvaja, expresó recientemente que “este acuerdo le permitirá al país obtener financiamientos de obras de infraestructura de una manera más flexible y económica”. Al mismo tiempo, destacó el trabajo realizado por el Gobierno, desde el año 2020, para concretarlo.

La Argentina se unió a la Franja y la Ruta de la Seda, luego de la visita del presidente Alberto Fernández al país asiático. El primer país latinoamericano en unirse fue Panamá, pero más tarde se sumaron Antigua y Barbuda, Barbados, Bolivia, Chile, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Granada, Guyana, Jamaica, Perú, República Dominicana, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
“La incorporación de la Argentina a la Ruta de la Seda fue producto de la continuidad de un proyecto político que arrancó con Néstor Kirchner, se consolidó con Cristina y se cristalizó hoy con Alberto Fernández”, afirmó hace unas semanas el embajador en una entrevista a Télam.

“Con China tenemos economías muy complementarias, no somos competitivos, entonces todo lo que sea mejorar la infraestructura no solo nos sirve en términos de desarrollo local, sino también para mejorar nuestra conexión con China en términos exportadores, de turismo y de diversas ramas que tienen que ver con la conectividad”, resaltó Vaca Narvaja. Además, explicó: “Hay un informe del Banco Mundial sobre los países que se incorporaron a la Ruta de la Seda, que explica cómo multiplicaron por cinco y seis veces su comercio con China. Es decir, el comercio explota exponencialmente. No se trata solo de financiamiento e infraestructura”.
Los aspectos más sobresalientes del acuerdo
El acuerdo, reconoce la Asociación Estratégica Integral firmada en 2014 entre ambos países. A su vez, menciona inversiones para el desarrollo de tecnología. Como así también, “proyectos de cooperación en infraestructura de conectividad en áreas de interés mutuo, tales como rutas, ferrocarriles, puentes, aviación civil, puertos, energía y telecomunicaciones”.
Además, hace referencia a “un proceso equilibrado hacia una transición energética desarrollando cooperación flexible y de diversas formas en las energías limpias”.
En cuanto a lo comercial, “apoya a la República Argentina en su objetivo de mejorar su capacidad y diversidad exportadora”. A su vez, ambos países fomentarán el uso de las monedas nacionales en las inversiones y en el comercio en función de sus necesidades.
De igual modo, se fomentará el intercambio en las compras gubernamentales y se reforzará la producción y las exportaciones bilaterales mediante las compras gubernamentales.
Finalmente, se destaca la continuidad de la cooperación en el marco del swap y la “posible transferencia de derechos especiales de giro”. Cabe recordar que, el presidente Alberto Fernández, confirmó semanas atrás en la Asamblea Legislativa, que China había accedido al pedido argentino de ampliar y usar el intercambio de monedas que existe entre los bancos centrales por 3.000 millones de dólares.