En sintonía con las declaraciones del Presidente de la Nación Alberto Fernández, el Representante Especial para la Promoción del Comercio y de las Inversiones, Sabino Vaca Narvaja, mantuvo un encuentro con el presidente de la empresa estatal China Animal Husbandry Group (CAHG), Sr. Xue Tingwu, y su mesa directiva. Esta compañía, se dedica a la industria agrícola y ganadera, con altos niveles de innovación, sustentabilidad y desarrollo. Según un comunicado oficial de la Embajada de Argentina en la República Popular China, “el objetivo del encuentro fue analizar diversos proyectos de inversión en producción porcina, que contemplan el cuidado del medio ambiente” y que se enmarcan dentro de “una estrategia integral”, que “incluye a los pequeños y grandes productores”.
Para ello, se estipulan “alternativas de pre-financiamiento de exportaciones para aquellos grandes productores que no quieran asociarse con capitales chinos y joint-ventures con capitales chinos para aquellos productores que así lo requieran”.
Un contexto favorable
El cerdo representa el 70% de la proteína animal de la dieta del pueblo chino y la Peste Porcina Africana ha afectado fuertemente su producción nacional, lo que generó un déficit a cubrir, en el presente año, de 8 a 12 millones de toneladas de cerdo. A su vez, sus dos principales proveedores son España y Alemania, pero se encuentran afectados por la misma enfermedad en origen. A esto se suma que, con su tercer proveedor, Estados Unidos, se encuentran en un escenario marcado por las altas tensiones bilaterales.
La producción de cerdos en Argentina tiene mucho potencial para desarrollarse de manera segura y sustentable. Alemania, por ejemplo, tiene el tamaño de la provincia de Buenos Aires y en ella vive el doble de población que en toda la República Argentina. Sin embargo, produce 15 veces más cerdo que nuestro país. Algo similar ocurre con España. Por otra parte, nuestro país cumple con los más altos estándares sanitarios del mundo. Actualmente se encuentra libre de Peste Porcina Clásica (PPC), Peste Porcina Africana (PPA) y Síndrome Respiratorio, Reproductivo, Porcino (PRRS).
Por estos motivos, el comunicado de la Embajada de la República Argentina, hace hincapié en “la instalación de Granjas Inteligentes, que son granjas seguras, sostenibles y sustentables y NO la instalación de Megagranjas”, como erróneamente se quiere instalar en la agenda pública. Mientras que las Megafactorías instaladas en Estados Unidos son unidades productivas de alrededor de 100 mil madres, las granjas inteligentes sólo tienen entre 12 mil y 30 mil madres.
Luego, se afirma que Argentina y China encuentran intereses compartidos en el incremento de la producción de cerdos en suelo argentino. La cooperación estratégica en este sector representaría un cambio en la matriz exportadora argentina a la vez que implicaría un avance en la soberanía alimentaria perseguida por china. Hasta el momento, Argentina le vende su maíz a Alemania y a Chile, estos países lo transforman en carne de cerdo y lo exportan hacia China.
Beneficios económicos y ambientales
En este sentido, el desarrollo de este proyecto, reduciría el déficit en la balanza comercial, ya que incrementa el valor agregado de nuestras exportaciones y no requiere importaciones debido a que el componente nacional de los insumos necesarios alcanza el 90%.
También, dado el corto ciclo reproductivo de los cerdos (6 meses), el proyecto acortará los plazos de ingreso de divisas a nuestro país. En paralelo, el incremento de la demanda de maíz podría reducir la tendencia hacia el monocultivo de la soja.
A su vez, la instalación de granjas porcinas de alto contenido tecnológico podría incrementar la producción de energía y abastecer diferentes núcleos urbanos pequeños ubicados en las cercanías de las granjas. A partir de sistemas de tratamiento de aguas residuales, las granjas generarán Gas Natural que será utilizado para generar electricidad para los consumidores cercanos.
Finalmente, esta cooperación estratégica debe encontrar sinergia con otros puntos de la agenda bilateral, apalancarse en las oportunidades que ofrece el Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura, la Iniciativa de la Franja y la Ruta y la internacionalización del renminbi (RMB) y, a la vez, apalancar otros sectores productivos y el mejoramiento de la infraestructura de transporte, como la fabricación de baterías de litio y la automotriz eléctrica. El desarrollo de estos vectores estratégicos requiere de insumos chinos que podrían ser adquiridos utilizando los RMB adquiridos por la exportación de cerdos, construyendo así un circulo virtuoso con una potencia complementaria, apartando el uso del dólar en las transacciones comerciales y ayudando a desarmar la cultura bimonetaria de nuestro país.
Fuente: Gacetilla de Prensa. Embajada de la República Argentina en Beijing.