La Argentina recibirá, en junio, dos millones de dosis de la vacuna china Sinopharm y, en julio, arribarán cuatro millones más. Las mismas, contarán con un nuevo packaging que va a permitir que en un solo vuelo lleguen dos millones de dosis.
Estas partidas reforzarán la vacunación y consolidarán la posibilidad cierta de tener inmunizada el mes próximo, al menos con una dosis, a todas las personas de riesgo y con un proceso avanzado la vacunación de personas de 50 años y aún franjas menores de 50.

El gobierno chino decidió suspender todas las exportaciones de vacunas para privilegiar a la propia población china. El objetivo declarado fue vacunar a 500 millones de ciudadanos antes del 1 de julio, día en que se cumplen 100 años de la fundación del Partido Comunista Chino. Eso interrumpió los envíos, pero una gestión del presidente Alberto Fernández con su par chino XI Jinping permitió el envío de dos millones de dosis en abril para aplicar la segunda dosis de las Sinopharm aplicadas en febrero.
La interrupción de las partidas de vacunas chinas no frenó otro proceso, el de escalamiento de la producción a través de nuevas plantas de Sinopharm, que es la farmacéutica más grande de China. Eso abrió las puertas a una nueva autorización y la firma de un acuerdo renovado: a mediados de junio llegarán con dos millones de dosis y en julio otros cuatro millones de dosis.
En paralelo, se están produciendo avances en el acuerdo entre Sinopharm y Sinergium Biotech, laboratorio propiedad de las familias Bagó, Gold, Sigman y Sielecki, para producir la vacuna en una planta muy moderna ubicada en Garín. Se están trabajando los aspectos técnicos y la parte argentina tiene que comprar todavía parte del instrumental, pero la idea es que las primeras partidas de vacunas, terminadas en la Argentina, se puedan proveer en septiembre.