El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, partió con destino a China para llevar adelante una de las giras más ambiciosas de su mandato, en la cual pretende firmar 20 acuerdos con el principal socio comercial brasileño, buscar inversiones para la reindustrialización del país y trabajar en un club de paz para frenar la guerra de Ucrania.
Mañana tiene prevista una visita a la gigante de las comunicaciones Huawei, empresa vetada por Estados Unidos en la disputa por la implementación de la tecnología 5G.
También asistirá en Shanghái a la asunción formal de la expresidenta brasileña Dilma Rousseff (2011-2016) como titular del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), el brazo financiero de fomento de los Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que es visto como una alternativa al Banco Mundial.
Además, participará de un seminario empresarial con más de un centenar de representantes de empresas brasileñas y chinas.
El viernes Lula se reunirá con su colega Xi Jinping, a quien había conocido personalmente en 2009 cuando el presidente chino era vicepresidente de su país.