En Argentina, más de 3.000 jóvenes por año buscan estudiar chino mandarín para trabajar en una empresa de ese país, estudiar en una universidad o seguir un posgrado en la nación asiática.
El análisis registrado por el Centro Universitario de Idiomas (CUI), arrojó que hasta 2004 el idioma era elegido principalmente por adultos, quienes demostraban un interés particular por los estudios orientales o la cultura de esa región del mundo, pero desde esa fecha aumentó la cantidad de jóvenes y se espera que el crecimiento sea una constante para los próximos años.
Según el director del CUI, Roberto Villarruel, “en los últimos cinco años” la entidad verificó “que la tendencia es que la gente joven se interese por el idioma” y se lo atribuyó “al crecimiento de la influencia económica y cultural de China en el mundo”.
El dirigente destacó además que durante años “en Argentina existió una influencia cultural de Estados Unidos y de Europa muy fuerte en las clases medias y se veía a los países orientales como un destino exótico, era muy raro ver a un argentino en Japón o China, en donde también la cultura occidental era objeto de burlas”.
Villarruel afirmó que Argentina “ingresó en el radar” de China, por lo que hoy “hay una camada muy importante de jóvenes egresados de universidades que deciden estudiar chino para hacer un doctorado o posgrado ya que hay áreas muy atractivas como la biología o la inteligencia artificial, donde hay un campo muy vasto en China y es muy valorado aquella persona que aprende su idioma y además sabe español”.