Los vinos de Argentina encuentran en China un importante mercado a conquistar, por lo que las estrategias locales de promoción vinícola deben apuntar a fortalecer la relación con el país asiático, consideró la empresaria china Eva Blanco Lu. Radicada en la ciudad de Buenos Aires, Blanco Lu cuenta con 13 años de trayectoria en la exportación a China de vinos que se elaboran en Mendoza y, tras una vasta experiencia en esta actividad, destaca en entrevista con Xinhua las “grandes” oportunidades que ofrece la apertura del mercado chino a la producción vitivinícola doméstica.
“Argentina tiene buena imagen en el mercado chino, con productos limpios, sin contaminación, con buen aire y una de las mejores aguas del mundo para alimentos, además de eso, como país tiene un terreno que facilita y permite producir vino de alta calidad”, sostuvo la representante en China de la mendocina Bodega Séptima.
En 2021, China se ubicó como el quinto destino de las exportaciones argentinas de vinos fraccionados, principalmente de la cepa Malbec, con un 7 por ciento de los despachos mundiales, según datos del Instituto Nacional Vitivinícola.
El país asiático también fue uno de los tres destinos, detrás de Estados Unidos y Brasil, que aumentaron sus importaciones de vino argentino, con 8,57 millones de dólares de variación positiva de acuerdo con el Observatorio Vitivinícola de Argentina.
Por su parte, Argentina ocupa el quinto lugar entre los países proveedores de vino a China en términos de volumen, según sugiere el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV).
Para Eva Blanco Lu, “Argentina tiene una economía muy complementaria con China” y el acercamiento entre ambos mercados puede contribuir a mejorar el crecimiento económico del país sudamericano.
“Argentina tranquilamente puede tratar a China como su principal cliente, dedicarse a estudiar ese mercado, entender sus necesidades, aprovechando bondades como las particularidades de su terroir, y aprovechando también el capital humano argentino”, sostuvo.
En opinión de la empresaria, las condiciones geográficas de la región de Luján de Cuyo, en el oeste argentino, ofrecen un valor agregado al vino argentino que puede ser distinguible de los varietales de otros países, por lo que hacer énfasis en una mejor promoción “debe ser el objetivo”.
Entre las estrategias de promoción, Blanco Lu señala la posibilidad de crear una “Escuela del Malbec” en China, presencial y virtual, en la que participen enólogos, sommeliers de las bodegas del país sudamericano, con el objetivo de ofrecer capacitaciones y cursos a los distribuidores y clientes chinos.
“La idea es complementar la actividad que se desarrolla en las ferias comerciales anuales y darle un carácter más permanente al contacto entre los dos mercados; que cada mes o cada semana se establezcan contactos entre expertos del vino y clientes, para tener una comunicación permanente y productiva y se genere una mayor confianza en torno a la producción”, afirmó.
“Otra estrategia es tener un depósito en Beijing, lo cual facilita mucho la venta”, mencionó, tras referirse a las posibilidades de reducción de costos y acortamiento de plazos para la llegada de los productos a territorio chino.
Para la empresaria, el aumento de la clase media en China y el ascenso del consumo otorga una “oportunidad” de crecimiento para la oferta vinícola local en tanto se trata de un producto asociado a la cultura, aseveró.
“Hay que entender que detrás del vino hay toda una cultura y una historia, y se distingue del resto de los bienes por significar, además, una apuesta al conocimiento”, concluyó.