El embajador de la República Popular China en Argentina, Zou Xiaoli, analizó para Telam, la relación diplomática entre ambos países. “La innovación, la coordinación, la ecología, la apertura y la compartición son los cinco conceptos nucleares del pensamiento de Xi Jinping sobre el desarrollo económico. En febrero pasado, en el histórico encuentro de los presidentes Alberto Fernández y Xi Jinping, para marcar el rumbo de la Asociación Estratégica Integral entre ambos países, se abordó el pensamiento del desarrollo centrado en el pueblo, la raíz y el alma de los cinco nuevos conceptos”, expresó.
La innovación, la coordinación, la ecología, la apertura y la compartición son los cinco conceptos nucleares del pensamiento de Xi Jinping sobre el desarrollo económico. La innovación se refiere a la erradicación de los límites a la fuerza motriz del desarrollo, la coordinación se enfoca en la superación de los desequilibrios, la ecología subraya la concordia entre la humanidad y la naturaleza, la apertura mira con atención la sinergia entre el desarrollo doméstico y el internacional y la compartición favorece la equidad y justicia social. Estos nuevos conceptos dan respuesta a la pregunta central sobre el tipo de desarrollo que precisa China y cómo será posible realizarlo, a la vez que son catalizadores de los éxitos y las transformaciones históricas chinas.
Los últimos años han sido testigo de marcados progresos en la navegación espacial tripulada, la exploración de Marte, el sistema de navegación por satélite Beidou y el crecimiento vigoroso de las nuevas industrias representadas por el 5G y la Inteligencia Artificial. Como consecuencia de esos logros, China optimizó sin cesar la arquitectura económica regional y avanzó hacia la meta de cumbre de carbono para 2030 y de neutralidad de carbono para 2060. Con la coordinación de la lucha contra el Covid 19 y el crecimiento socio-económico, erradicamos, según lo previsto, la pobreza extrema para cruzar el umbral de una sociedad modestamente próspera.
En el plano exterior, China organizó exitosamente las ferias CIIE, CIFTIS y de Cantón, a la vez que fomentó la entrada en vigor de RCEP, y presentó al mundo una Olimpiada de Invierno de Beijing escueta, segura y espectacular. En el plano interno, el pueblo chino se siente cada vez más feliz y seguro porque la gestión social mejora en forma continua y proporciona un estado de estabilidad social duradera. Ahora, China se empeña en hacer realidad un desarrollo de mayor calidad, eficacia, sostenibilidad y seguridad para hacer realidad el ideal de una potencia socialista moderna.
En febrero pasado, en el histórico encuentro de los presidentes Alberto Fernández y Xi Jinping para marcar el rumbo de la Asociación Estratégica Integral entre ambos países, se abordó el pensamiento del desarrollo centrado en el pueblo, la raíz y el alma de los cinco nuevos conceptos. En el sendero hacia el crecimiento de calidad, China, que toma a Argentina como nación socia, amiga y hermana, procurará beneficios mutuos de mayor alcance, en instancias más profundas y a un nivel más elevado, complementando sus respectivas ventajas. Con relación a la innovación, a medida que se exploren nuevos terrenos como la tecnología espacial, el sistema de navegación por satélite Beidou, la economía digital e informática y la agricultura moderna, se intensificará la capacidad tecnológica en pro de la transición industrial. En cuanto a la coordinación, China y Argentina atienden mutuamente sus inquietudes, mediante una creciente sinergia entre sus políticas, en un marco de colaboración de largo plazo, equilibrada e integral. Sobre la ecología, promoveremos las energías limpias para dar impulso al desarrollo sustentable. Con respecto a la apertura, mientras avanzamos en los intercambios en lo cultural, facilitamos el acceso a nuestros mercados, en favor de un comercio binacional diversificado y equilibrado. En torno a la compartición, estamos impulsando una globalización que sea en beneficio de todos, en el marco de la Franja y la Ruta y de los foros multilaterales como la ONU.
El planeta está ante una encrucijada en la que la paz y el desarrollo enfrentan duros retos y múltiples riesgos. Algunos sectores de EEUU y de otros países occidentales armaron pequeños círculos y una nueva guerra fría para excluir, amenazar y chantajear a otros países. Les obsesiona restringir el desarrollo de los demás, esgrimiendo la amenaza del desacoplamiento, del cese de suministros y las sanciones. Frente a la exacerbación de los desequilibrios y de las injusticias corremos el riesgo de agrandar, e incluso de jerarquizar la brecha entre el norte y el sur. Por el contrario, la postura china ante el conflicto de Ucrania consiste en exhortar a sostener negociaciones, distender la situación, neutralizar la crisis y reconstruir la paz. Resulta perentorio realizar un alto el fuego que conduzca al diálogo, en lugar de seguir con esta conflagración, y mucho menos agudizar este conflicto. China sostiene que la política de bloques en pos de la seguridad absoluta traerá más inseguridad como consecuencia. Tanto la soberanía, seguridad e integridad territorial de Ucrania como las razonables inquietudes de Rusia en materia de seguridad deben respetarse. China, que juega un papel constructivo, está preparada para brindar más asistencia humanitaria a Ucrania y a otros países afectados y para encontrar junto con la comunidad internacional la resolución política a esta crisis, en procura de la paz y estabilidad duradera europea y mundial. Pero rechazamos categóricamente toda crítica infundada, así como las presiones o la coerción al respecto. El tiempo demostrará que China, cuyos esfuerzos propician la paz, el desarrollo y el progreso de la humanidad, está del lado acertado curso de la historia.
China continuará comprometida con una política exterior pacífica de independencia y soberanía, seguirá inquebrantablemente el camino del desarrollo pacífico, promoverá la construcción de un nuevo tipo de relaciones internacionales, impulsará la construcción de alta calidad de “la Franja y la Ruta” y pondrá en marcha la Iniciativa para el Desarrollo Global. Del mismo modo, desempeñando el papel de un gran país responsable, participará activamente en la reforma del sistema de gobernanza global, unirá y apoyará a los numerosos países en vías de desarrollo en el camino hacia su prosperidad, y trabajará con la comunidad internacional para hacer nuevos y mayores aportes a la construcción de un mundo de paz duradera, seguridad generalizada, prosperidad común, apertura, inclusión y sustentabilidad.
* El embajador de la República Popular China en Argentina, Zou Xiaoli. Telam