El 31 de diciembre es una fecha que pierde relevancia en China por la existencia del Año Nuevo Chino que se celebra a lo grande, desde hace 4 mil años. Sin embargo, en comercios se hicieron algunas presentaciones y las personas esperaron, como en muchos países del mundo, el último segundo del año con fuegos artificiales. Además, el presidente Xi Jinping brindó un discurso de felicitaciones por el año nuevo 2021.
El mandatario, realizó un balance sobre las cuestiones fundamentales del año que concluye y adelantó las proyecciones del país para el 2021, entre las que destacó un crecimiento económico previsto en más de 100 billones de yuanes (unos 15 billones de dólares).
También, destacó la actitud mantenida por el pueblo chino frente a la pandemia: “Frente a la inesperada epidemia de COVID-19, mostramos el amor humano, priorizamos el pueblo y la vida y creamos la épica de la lucha contra la epidemia con persistencia y la unión de todas las fuerzas”.
¿Qué es el año nuevo Chino?
El año nuevo chino, también conocido como “la fiesta de la primavera”, es una de las celebraciones más importante para los miembros de esta comunidad. Y es compartido por países como Vietnam, Hong Kong, Singapur, Malasia, Corea del Norte y Corea del Sur.
Esta festividad, que se lleva a cabo desde hace más de cuatro mil años, no tiene una fecha fija ya que sucede cuando aparece la segunda luna nueva tras el solsticio de invierno en China, lo que suele tener lugar entre el 21 de enero y el 20 de febrero en el calendario gregoriano. A partir de ese momento los campesinos se preparan para la siembra. Sus ciclos se repiten cada 12 años. Este 2020 fue el año de la rata y el 2021 será el año del buey.
Es tradición que en la tarde previa al año nuevo lunar, las familias se reúnan para cenar. Parte de los preparativos de la celebración implican limpiar los hogares para expulsar la mala suerte y dejar atrás el pasado, con todo lo malo y viejo, para dar paso al futuro, que es nuevo y luminoso. En el día del año nuevo chino se acostumbra a que los mayores les regalen a los niños y jóvenes sobres rojos con monedas de la suerte, dinero y buenos deseos.
La celebración dura 15 días, por lo que muchas familias aprovechan para tomarse vacaciones en esa fecha y viajar a sus ciudades natales para festejar junto a los suyos. En la cena no puede faltar el cerdo y el pescado, símbolos de la abundancia y buena suerte; así como los conocidos dumplings (bollos o trozos de masa rellenos, que se cuecen en agua o sopa y pueden ser salados o dulces, comerse solos, en sopa o estofados); la sopa de pastel de arroz, que trae buena fortuna; los rollitos primavera; las frutas de la fortuna; los dulces de arroz y otras delicias.
Otra costumbre es vestirse de rojo: para los chinos este color simboliza felicidad, buena suerte, éxito y fortuna. Además de protegerlos contra los malos espíritus. También se suelen decorar las puertas de las casas con figuras en actitud defensiva, son los “guardianes de las puertas” que defienden a los moradores de la posible entrada de Nian.
En todos los barrios chinos del mundo esta celebración se desarrolla con bailes y mucha fiesta y concluye con el Festival de las Linternas, celebrado con desfiles y exhibiciones de linternas decoradas. Lo más importante de la noche es el Baile del Dragón, con criaturas hechas de papel, seda y bambú. Este ritual se realiza en diferentes partes del mundo.