En los primeros nueve meses de este año, la Argentina embarcó 31.891 toneladas, una cifra que ya supera las 25.000 toneladas del 2019. El 65% de las ventas globales porcinas de la Argentina se enviaron al mercado chino.
Según un estudio elaborado, en base a datos oficiales de la Aduana y la Afip, por el consultor Juan Luis Uccelli : “La proyección es que el año se cierre con 42.000 toneladas exportadas, una cifra que representa más del 5% de la carne de cerdo que se produce en el país”, precisó en una entrevista con Clarín Rural.
La Argentina todavía no es un exportador importante de carne de cerdo, a pesar de que tiene espacio disponible y mucha soja y maíz para el engorde. Antes del 2015 apenas se enviaban unas 6.000 o 7.000 toneladas anuales. Ese año se conformó el consorcio de empresas exportadoras y el 2018 fue el primer año en el que se registró un crecimiento importante: 23.000 toneladas.
En el 2019, la cifra trepó a 25.000 toneladas y el salto más importante es el de este año, con un incremento del 70% en comparación con el año pasado.
Al mirar las exportaciones argentinas de carne porcina hay tres meses que duplican el ritmo mensual: junio (5.929 toneladas), julio (más de 6.000 toneladas) y agosto (4.975) toneladas. “El principal cliente es China, al que van el 65% de las exportaciones argentinas. En nueve meses la Argentina envió unas 20.000 toneladas a este mercado estratégico”, precisó Uccelli.
El gigante asiático es una aspiradora de carne porcina. “Encima se les cayó Alemania, también por la peste porcina, que les enviaba 9.000 toneladas por semana”, recordó el consultor.
Hay otra buena noticia para la cadena porcina argentina: por primera vez desde 1992, la balanza comercial es positiva. Es decir, la Argentina exporta más cerdo del que importa. “Y en eso no solo influye el aumento de las exportaciones, sino que Brasil, que le vendía mucho cerdo a la Argentina, está mandando todo para China”, destacó Uccelli.
Inversiones chinas para producción porcina
“Se postergó la firma del acuerdo de entendimiento con el gobierno chino. En teoría se firmaría en noviembre entre los presidentes de ambos países, si la pandemia lo permite, pero es un tema más entre muchos que hay previsto acordar”, adelantó Uccelli. “Los chinos prefieren toda la vida seguir comprando soja y engordar ellos sus cerdos, con el agregado de valor que eso supone. Pero en China la fiebre porcina llego para quedarse”, aseguró.
“Con los yuanes se pueden hacer granjas inteligentes y con altos estándares ambientales. Además, los chanchos son nuestros, no se traen de China y acá el Senasa funciona para evitar riesgos sanitarios”, insistió.
Fuente: Clarín Rural