El empresario agroindustrial Gustavo Grobocopatel sostuvo, en una entrevista con Jorge Fontevecchia en Perfil, que las exportaciones ganaderas a China pueden ser una salida para la crisis que vive el país. Además, resaltó el desarrollo del país asiático, a través de sus zonas económicas de libre comercio con estímulos para una producción intensiva y capitalista.
Con respecto al proyecto de producción porcina conjunta, valoró que “a raíz de la gripe africana en China, se abrió una posibilidad de exportar carne de cerdo extraordinaria. Eso generaría realmente un impacto enorme en cuanto a mano de obra, del empleo generado y también en la cantidad de divisas exportadas”.
A su vez, aclaró: “No solo se trata de carnes y granos, sino que tiene que ver con la biomasa y otro tipo de productos. Si direccionamos la inversión hacia allí tendríamos realmente un shock productivo exportador, con generación de empleo, inclusión e integración en el interior. Estaríamos frente a gran parte de la solución al problema de crecimiento. Y si se da con normas claras, probablemente atraiga inversión externa de muchos argentinos. Hay que ser ingeniosos. Hace poco escribí sobre maneras innovadoras de atraer la inversión externa y hablaba de por qué no aplicar un poco la idea de Deng Xiaoping de las “zonas económicas” que permitan traer inversiones a distintos puntos del país estimuladas por algún tipo de cuestiones de marco legal o incentivos para que esas inversiones vengan del sector productivo y no se vayan.”
Al profundizar sobre el concepto de “zonas económicas”, afirmó: “Deberíamos probar con otro sistema para poder atraer esa inversión hacia el sistema productivo. Que llegue no inversión financiera sino productiva. Podríamos tomar ese modelo, quizá con adaptaciones locales. Imagino polos de desarrollo en el interior en muchas ciudades a partir de la agroindustria o sectores afines.”
Luego, agregó “Deng hizo un capitalismo a la china, como dicen ellos. Nosotros tendríamos que formular un “denguismo” a la Argentina. Probablemente requiera de múltiples negociaciones, pero es muy difícil que alguien se niegue al progreso.”
En conclusión, “Hay que innovar y establecer formas de crecimiento heterodoxo. No podemos contentarnos con crecer al 3%. La mayoría de los economistas dicen que podemos crecer entre el 3% y el 4% y hacen toda una serie de cálculos. Pero la mayoría de ellos no contempla el impacto de la innovación en todos sus sentidos: tecnológico, organizacional, institucional. Hay que hacer algo que tenga impacto para poder crecer muchísimo más. Se puede. No tenemos un país con restricciones de recursos naturales y humanos. Tenemos talento. Podríamos crecer muchísimo si traemos inversión, si esa inversión es genuina y va al sector productivo. Busquemos los esquemas para que eso ocurra.”
Fuente: Perfil