La empresa multinacional de origen argentino cumplió diez años y tiene más de 200 empleados, repartidos en China, Estados Unidos, Uruguay y España. En 2019, firmó un acuerdo con ABDAS, una empresa china dedicada a la ciencia de datos, para proveer servicios a través de una constelación dedicada de satélites en la provincia de Henan. El monto total del acuerdo superó los 38 millones de dólares.
Actualmente, la empresa tiene diez microsatélites y para fines de este año se ampliará a 21, lo que la convierte en líder en la industria de observación de la Tierra, pasó de ser una startup incubada por la rionegrina Invap a una empresa reconocida a nivel mundial dentro del rubro.
Su historia
La empresa se fundó en 2010 por su CEO, Emiliano Kargieman, y su socio Gerardo Richarte. Empezó como una startup incubada por INVAP, con inversiones privadas y un aporte de 10 millones de pesos del Ministerio de Ciencia de la Nación.
El primero de los microsatélites construidos, se llamó “Capitán Beto” y fue el primer nanosatélite argentino en orbitar la Tierra, el 26 de abril de 2013. Su peso fue de 38,5 kilos y 82 centímetros de altura. Luego, vinieron: “Manolito”, “Tita”, “Fresco”, “Batata”, “Milanesat” y otros que componen la constelación de diez satélites de la empresa. En agosto ese grupo se ampliará a once, con la partida de “Hipatia”, y en octubre duplicará su tamaño con el lanzamiento de los primeros diez satélites de Satellogic fabricados en serie.
Se trata en todos los casos de microsatélites de observación, a partir de los cuales la empresa comercializa sus productos o servicios de imágenes, datos y analítica geoespacial, que se aplican en rubros como la agricultura, infraestructura, forestación, energía, ambiente o en la toma de decisiones gubernamentales.

El presente y su futuro
“El objetivo de la primera etapa es llegar a tener suficientes satélites en órbita como para hacer un remapeo semanal de toda la superficie de la Tierra, por debajo de un metro de resolución, a 70 centímetros. Es algo que hoy no existe, la humanidad no cuenta con la capacidad de ver cada metro cuadrado de la superficie de la Tierra cada semana”, afirmó Emiliano Kargieman en una entrevista a Télam
Según su fundador, la empresa nació como respuesta tecnológica al análisis de algunos de los problemas más importantes por resolver: la producción y distribución de alimentos, la generación y distribución de energía y la gestión de recursos naturales.
Entonces, en 2010 decidió dedicarse a construir la infraestructura compuesta por cientos de satélites y para poder construirlos, en el proceso tuvo que lograr bajar el costo unitario de esos satélites: de cientos de millones de dólares a cientos de miles de dólares, porque si no la infraestructura que necesitaban construir no iba a ser posible de financiar. “Ese es el origen de la compañía y es un poco el propósito que aún comparten todos los que trabajan en la empresa”, sostuvo Kargieman. Además, agregó que para poder tener el impacto que buscan necesitan “lanzar todavía otros 40 a 50 satélites en los próximos años, para poder servir realmente a todos los clientes”.
Fuente: Telám e infotechnology.com