Desde el complejo científico-tecnológico que está instalado en Bajada del Agrio, Neuquén, se realizan las transmisiones del proyecto chino Chang-E 4, que investiga el lado oculto de la Luna.
El complejo, se creó luego de acuerdos interinstitucionales entre China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC), la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de Argentina (CONAE), la Provincia de Neuquén y los gobiernos chino y argentino.
En su interior, se construyó una moderna antena de 35 metros de diámetro que está dirigida a misiones denominadas de exploración del espacio profundo, ubicadas a distancias que superan los 300.000 km de la Tierra. Para la Argentina, significa acceder al 10% de tiempo de uso de la antena para proyectos de investigación científica nacional, y la oportunidad de trabajar con la más moderna tecnología para observaciones o mediciones de objetos en el espacio exterior.
La función principal de la estación es recibir información, realizar el traqueo y hacer el control de las misiones chinas del espacio profundo.
Actualmente, realiza las transmisiones del proyecto Chang-E 4 que investiga el lado oculto de la Luna. Esta sonda fue lanzada el 7 de diciembre de 2018 desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan y tras entrar en órbita pasó por seis etapas de desaceleración para descender a una altura de 15 km por encima de la superficie lunar.
La sonda Chang’e-4 ha sobrevivido unos 559 días terrestres en la luna y el rover Yutu-2, se convirtió en el rover lunar de más larga duración.
Los datos enviados por esta misión lunar proporcionaron información clara sobre la estructura del subsuelo, que está compuesto principalmente de materiales granulares altamente porosos con cantos rodados incrustados de diferentes tamaños. Los resultados apoyan la existencia de regolito en la superficie de las regiones inexploradas de la Luna. La presencia de este manto de roca pulverizada y polvo que cubren el fondo rocoso sólido se conocía en la cara vista tras las diferentes misiones Apolo, pero no se sabía si se existía en otras zonas.
La sonda Chang’e-4, que pasó al modo inactivo durante la noche lunar debido a la falta de energía solar, ha sobrevivido unos 559 días terrestres en la luna. Por su parte, el rover Yutu-2, se convirtió en el rover lunar de más larga duración.