El Secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería Argentina, Jorge Neme, resaltó en una charla virtual, organizada por la Cámara Argentino China que la clave para incrementar el volumen de exportaciones argentinas a este país es agregar valor a los alimentos en su producción en origen para elevar el nivel de oferta, por ejemplo, con productos gourmet.
La charla sobre “Relación bilateral y oportunidades comerciales en la post-pandemia” convocó al secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería Argentina, Jorge Neme; al subsecretario de Promoción del Comercio e Inversiones, Pablo Enrique Sívori; a la subsecretaria de Negociaciones Económicas Multilaterales y Bilaterales, Carola Ramón-Berjano; y al jefe de Gabinete de la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales, Juan Cortelletti.
Con la presentación del Director Ejecutivo de la Cámara, Sergio Spadone, y la coordinación del panel de la Secretaria General de la institución, Cristina Tapis Sasot, los expositores brindaron un detallado panorama de las posibilidades abiertas en la relación comercial entre Argentina y China, en un escenario de post pandemia que se impone abordar entre el empresariado argentino.

Desde 2001 el intercambio comercial se septuplicó, pero a pesar de ello el 90% de las exportaciones argentinas se siguen concentrando en apenas cuatro productos, lo que permite vislumbrar un horizonte inmejorable. Así, Argentina y China avanzan hacia un desarrollo de negocios de mayor complejidad y tendrán su primera gran cita en noviembre, en la Feria de Shanghai CIEE 2020
En menos de 20 años el intercambio bilateral se multiplicó por siete hasta los actuales US$ 15.000 millones, y al punto que en plena pandemia China se convirtió en el primer socio de la Argentina, relegando a Brasil y Estados Unidos. En ese contexto de negocios, las oportunidades comerciales se presentan claras, en particular si se tiene en cuenta que un 90% de las exportaciones locales a aquel país se concentran apenas en cuatro productos.
Este escenario promisorio, aún en tiempos de incertidumbre inmediata por la cuarentena y sus efectos en la producción y el comercio global, fue el eje de una nueva edición del Ciclo de Conferencias de la Cámara Argentino-China que se realizó este martes 7 de julio, con la participación de un centenar de personas que siguieron por videoconferencia las ponencias de los invitados.
Al momento de las cifras, el subsecretario Sívori destacó la mayor dinámica comercial entre los dos países, que incrementaron su intercambio de los US$ 2.000 millones al año en 2001 a los actuales US$ 15.000 millones, es decir que en 18 años la relación se multiplicó por siete o más.
En los últimos 10 años las exportaciones a China crecieron del 4% al 10% en el total de las exportaciones argentinas, explicó Sívori, para luego resaltar que el 90% de las ventas a aquel país se concentran en tan sólo cuatro productos, es decir la misma proporción que a comienzos del siglo, salvo la reciente irrupción de la carne que este año cobró gran impulso.
Además de brindar detalles sobre los distintos proyectos de inversión como en el sector porcino, el subsecretario explicó que la estrategia exportadora apunta a desarrollar emprendimientos conjuntos entre empresas chinas y argentinas, con inversión y aportes binacionales.
En síntesis, se apunta a una relación y un desarrollo de negocios de mayor complejidad, en el sentido positivo del término.
A su turno la subsecretaria Ramon-Berjano, abordó la visión que la Cancillería tiene sobre la estrategia de promoción de los productos argentinos en China, atendiendo en detalle las tradiciones y costumbres de la cultura de aquel país.
En donde cualquier productor desprevenido sólo puede ver un producto de exportación, el mercado chino valora algunas particularidades que van más allá de la lógica comercial, ejemplo que se vio recientemente en el mercado de cerezas o el de la carne vacuna.
En ese mismo sentido, el jefe de Gabinete de la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales explicó a la audiencia on line que embarcarse a hacer negocios con los chinos requiere conocer su historia y también sus sentimientos como pueblo milenario y como nación moderna. Sería impracticable llegar a buen puerto una nueva etapa de negocios desconociendo el concepto de la ‘China Superpotencia’ que hoy está en boca de todos sus habitantes, o sin tener presente como telón de fondo ideas como las del ‘sueño chino’, ‘la franja y la ruta’, ‘el gran rejuvenecimiento del pueblo chino’ y ‘los dos centenarios’.
De la misma manera, la cultura es para los chinos un sendero de aproximación a la Argentina, en un escenario en el que se destaca el conocimiento y la valoración que tienen, por ejemplo, de Jorge Luis Borges, quien se convirtió en una institución en China con todos sus libros traducidos al mandarín o citas de sus frases estampadas en remeras.
Fuente: Cámara Argentino China